Testimonio Jordi Sanchis (Hijo biológico de una familia con menores de acogida)
Todo empezó en 1982, yo aun no había nacido. Mis padres, mediante la granja escuela que teníamos, empezaron a trabajar con servicios sociales, acogiendo menores los fines de semana, larga estancia y periodos vacacionales.
Para mí siempre ha sido lo más normal del mundo, pues cuando yo nací, mis padres estaban 5 años metidos de lleno en el tema. En mi casa siempre hemos sido muchos, y por tanto, ha habido diferencias entre unos y otros, pero creo que dentro de lo normal cuando conviven muchas personas en una misma casa.
No todos han sido buenos, alguno que otro dio bastantes problemas (robos, peleas, fugas de casa), pero siempre supimos sobrellevarlo.
No todo mi entorno familiar estaba de acuerdo con lo que mis padres y yo estábamos haciendo, pero como buena familia que son, terminaban por apoyarnos en todo lo posible.
todas las experiencias vividas estos años me a servido para tener un punto de vista totalmente diferente de la vida, aprendes a valorar más los pequeños detalles, las reuniones familiares, pasar tiempo con los tuyos, todo eso que a mucha gente le disgusta a mi me da la vida.
También aprendes a "calar" a las personas, dicen que con solo mirar a una persona no puedes saber cómo es, gran error, cuando han pasado miles de personas por tu vida, con miles de casos y actitudes diferentes, aprendes a "calar" a la gente y realmente sabes como la puedes tratar.
En estos momentos tengo dos hermanos pequeños en acogida (Aisha de 14 años y Samuel de 12 años), cierto es que la vida seria mas fácil de llevar sin dos niños pequeños, siempre gastando y haciendo travesuras, pero no me arrepiento ni un segundo de que estén en nuestras vidas.
Diario de una acogida
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